Los niños con sobrepeso y/o obesidad tienden a convertirse en adultos obesos. Por ello tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades cardiovasculares y no transmisibles.
La obesidad infanto-juvenil tienen consecuencias para la salud tanto a corto como a largo plazo.
¿Cuáles son los desencadenantes de esta grave situación?
Influye no solo el tipo de alimentos y el descenso de actividad física, si no también en mayor medida el ambiente obesogénico en el que crecen nuestros menores.
El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades ligadas son en gran medida prevenibles. Por ello, es fundamental prevenir el sobrepeso y obesidad infantil.
¿Qué podemos hacer?
- En primer lugar: PREDICAR CON EL EJEMPLO, que vean a los mayores, en el hogar, en la escuela… que se sigue un estilo de vida saludable.
- Incrementar el consumo de alimentos saludables.
- Promover la actividad física.
- Educación nutricional.
¿Cómo lo llevamos a la práctica?
- Fomentando la ingesta de frutas y verduras. Siempre deben estar presentes y accesibles.
- Evitar la ingesta de bebidas azucaradas.
- Realizar las comidas en un ambiente relajado, en familia.
- Reducir la exposición a los ultraprocesados.
- Proporcionar información para que ellos mismos sepan valorar y tomar sus propias decisiones.
- Implicarlos en la cocina, dejarles manipular los alimentos, que colaboren.. les incitará a probar cosas nuevas.
- Fomentar la actividad física.